En la era digital, nuestras vidas están más conectadas que nunca. Desde nuestras cuentas bancarias hasta los diferentes perfiles en redes sociales, las contraseñas son la primera línea de defensaque protege nuestra identidad digital en el ámbito personal y profesional. La primera y, en muchas ocasiones, la única. Aunque somos conscientes de su importancia, y por ello las mantenemos en secreto, muchas veces no calibramos la sensibilidad y el valor que tienen.
Utilizar contraseñas débiles o repetidas, no cambiarlas o no contar con un doble factor de autorización (2FAuth) nos expone con seguridad a grandes riesgos como el robo de identidad y el acceso no autorizado a nuestros perfiles. Y aquí llega una dura realidad de la actualidad que podemos comprobar cada vez que ponemos el telediario: las cuentas pueden hackearse sí o sí, y eso supone pérdidas muy grandes.
Segundo factor de autorización, un escudo contra ciberdelincuentes
Muchas veces tendemos a repetir las mismas contraseñas en diferentes webs, o a mantener las mismas que pusimos hace 10 años. Incluso aunque seas muy cuidadoso y no recurras a poner tu fecha de nacimiento, el nombre de tu perro o la dirección de tu casa, las contraseñas que no cuenten con el second factor son muy susceptibles de ser hackeadas. Y si, como casi toda la sociedad, tienes una contraseña para casi todo, el problema aumenta exponencialmente.
Contar con diferentes herramientas de seguridad como el segundo factor de autorización ayuda a proteger de forma fácil las contraseñas de tus perfiles de redes sociales que usas en el día a día como X o Facebook, tus correos de Gmail o tus compras de Amazon.
Aunque utilices contraseñas fuertes, juntando mayúsculas, minúsculas, números y caracteres especiales, volvemos al punto que antes veíamos, las cuentas se hackean sí o sí. Las brechas de seguridad, los ataques de phishing, malware o ciberdelincuentes siguen siendo muy comunes.
Pero lo bueno es que hay medidas para hacer frente a estas estafas. Aquí entra en juego el doble factor de autorización (2FAuth) que antes mencionábamos. Es una herramienta que añade una capa adicional de protección, requiriendo no solo tu contraseña, sino también una segunda verificación, como pueda ser un código temporal enviado a tu teléfono. Muchas empresas lo integran para ofrecer este double check a sus usuarios. Así, cuando intentas iniciar sesión en alguna de tus cuentas, después de meter tu usuario y contraseña, la aplicación de segundo factor de autorización que utilices te enviará ese código temporal como último sistema de validación de tu identidad.
Con el segundo factor de autorización, el ciberdelincuente de turno se llevará una sorpresa cuando, tras superar el primer filtro de la contraseña, descubra que ahora necesita un código temporal que solo tú has recibido en tu móvil.
¿Qué es y para qué sirve un control de autorización?
Aunque es muy seguro, el segundo factor de autorización presenta algunos problemas. Para las empresas, mandar el código a través de SMS resulta costoso. Una de las primeras soluciones que se dieron fue pasar del SMS a mandar la combinación a través del correo, pero se traslada la complejidad al usuario, que pasa de un sitio a otro y acumula muchísimos correos de diferentes empresas para poder acceder a su perfil.
Como solución real a este problema de los costes y hacer más fácil la experiencia al usuario, algunas empresas empezaron a usar apps de smartphones que hacen la misma función y que canalizan todas las cuentas. Una vez introducida la contraseña de forma correcta te facilitan un código temporal para acceder a la cuenta.
En este punto te presentamos Latch, la solución con doble factor de autorización (2FAuth) para empresas y usuarios. Es una plataforma de control de autorizaciones personalizada según las necesidades, servicios y productos de cada empresa o usuario que ofrece un control total sobre ellos. En este post puedes encontrar todos los beneficios que tiene para empresas y usuarios, y cómo integrarlo en tus sistemas de forma sencilla.
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¿Cómo usar controles de autorización?
Imagina poder bloquear y desbloquear el acceso a todas tus cuentas online de una manera sencilla, como si cerraras la puerta de tu casa y así poder irte tranquilo. Pues esto mismo ofrece un control de autorización, pero aplicado a los servicios online. Le das una capa extra de seguridad a tus cuentas y datos online para poder navegar tranquilo por la web, sin necesidad de estar en alerta por si alguien intenta robar tus datos. Latch funciona con controles de autorización temporales pareados (TOTP) para que solo te tengas que preocupar de abrirlos y cerrarlos para tener tu identidad digital totalmente protegida.
¿Qué ofrece TU Latch para empresas?
Permite una integración fácil en el sistema de las empresas de cualquier sector, como el de la educación o el e-commerce, y crea controles de autorización de seguridad que se adaptan a las diferentes necesidades, protegiendo los negocios de ciberamenazas digitales. Permite incluir tantos controles como quieran, y funcionan de forma independiente entre ellos según las funcionalidades deseadas. Además, permite un control total sobre el acceso a los datos digitales, con un solo click bloqueas los servicios deseados. De esta forma el control de autorización no solo es una solución de gestión de identidades, sino que también mejora la experiencia del usuario (UX) al permitir una gestión sencilla y directa de la seguridad.
Además, hay un servicio disponible para solucionar cualquier duda o consulta con un equipo de expertos y profesionales. Infórmate sobre las ventajas del plan profesional para tu empresa y disfruta de una prueba gratis del servicio.
¿Qué ofrece TU Latch para los usuarios?
Todas estas ventajas también están disponibles para ti, para proteger tus servicios digitales. Puedes crear subcontroles de forma personalizada según el nivel de seguridad para cada una de las funcionalidades de tus cuentas. Otra de las ventajas para el usuario es que puede personalizar los controles según el nivel de seguridad de cada una de las funcionalidades de las cuentas.
Protege tus cuentas con TU Latch
La app de Latch es muy intuitiva y fácil de usar. Aquí te contamos el paso a paso de cómo proteger tus cuentas de forma sencilla configurando los accesos TOTP:
Lo primero que tienes que hacer es descargarte la app, que está disponible tanto en Google Play como en Apple Store.
Después debes registrarte con una dirección de correo electrónico.
Una vez has accedido con tus credenciales a la página web que quieras proteger, como pueda ser X, Facebook o Amazon, ve al apartado de “Configuración y privacidad”, después pincha sobre “Seguridad”, ahí verás “Autorización en dos factores” y dentro la opción de “App de autorización” (depende de cada empresa las secciones pueden cambiar).
Desde la app de Latch, pulsa en el botón de “Añadir cuenta” que ves en la parte inferior del apartado “Accesos”. Aquí te da dos opciones, o escanear el código QR que se ve en la pantalla o introducir manualmente el nombre del servicio, con un usuario y una clave.
Una vez escaneado, se integra ese perfil de forma automática en la app junto con el resto de los controles.
Para acceder a tus cuentas, cualquier persona necesitará el código que aparece en la pantalla, el cual tiene un tiempo limitado y cambia de forma aleatoria.
Ya ves que con Latch tienes en una app todo lo que necesitas para proteger tus servicios digitales. Y, lo mejor de todo, tienes la mejor tecnología en ciberseguridad disponible en tu móvil de una forma sencilla e intuitiva. En este blog seguiremos escribiendo sobre todas las novedades y ventajas que tiene Latch, pero aquí te dejamos uno sobre todas las ventajas que ofrece Latch y otro sobre qué es y cómo funciona la autorización en dos pasos.
Graduado en Comunicación Audiovisual y en un máster en Dirección de Marketing, interesado en la innovación y en cómo conectar las marcas con las personas. Madrileño con tintes pamplonicas y seguidor del Atlético de Madrid. Actualmente aprendo en el equipo de marketing de Telefónica Innovación Digital.